Capricho #4 es Un texto poético recuperado, transformado a verso libre, que nos permite redescubrir la fuerza de las poesías originales de la serie Caprichos.
Contexto
El Capricho #4 es un poema recuperado de la serie original. Fue transformado de prosa poética a verso libre para volver a dar vida a sus imágenes y metáforas en un boom de emociones.
Estimados amigos: hace tiempo escribí una serie de textos poéticos a los cuales llamé Caprichos. Estos textos son precursores del poema largo titulado Poesía en un Solo Movimiento. Desgraciadamente, con el tiempo y las mudanzas, estos se perdieron. Por fortuna, recientemente encontré uno de esos textos, el Capricho #4, y aquí se los presento.
Sin embargo, para traerlo de nuevo a la vida, modifiqué su forma: lo trasformé de prosa poética a formato de verso libre.
Espero que sea de su agrado.

Capricho #4: Contenido
Capricho #4
I
Pared, piso, nada.
Tan solo risa congelada
se devela en lienzos
que muestran sin pudor
la fisonomía de una naturaleza muerta
y un bodegón insulso.
II
Simplemente dibujada,
nuestra sangre dará vida
a los trazos muertos
de unos pinceles sin sentido.
III
Sin embargo,
¿Quién puede saber
de la eternidad quedada
en las manos torpes
de un artista muerto
por una sobredosis
de locura video grabada?
IV
Y es ese el artista
que alcanza el fuego
que enciende el espíritu
de una población
que enceguese sus ojos
para no ver más.
V
Sangre joven
viajando en nuestras venas.
VI
Solo lava
que se decanta
en medio nuestro,
solo volcanes
en estado durmiente,
solo volcanes
explotando silentes,
solo volcanes
dispersos en fulgores chirriantes,
dispersos en copos de fuego.
VII
Caminos se abren,
nuestros pasos vacilan,
somos niños riendo
para no llorar de miedo.
VIII
Corazones palpitando se estremecen
y golpean nuestro pecho.
Sueños inconclusos
se mueren con el tiempo.
Sangre joven coloreando nuestro cielo.
IX
La gruta sigue abierta
(es una herida si curar).
La voz que nos habla no deja de llamar,
tal vez también tiene miedo,
tal vez no quiere perecer.
X
Quiero saber.
Tú quieres saber.
Ellos quieren saber.
XI
No podemos correr,
el piso que sostiene nuestros pasos
es un fluido denso y rojo,
tan espeso como la brea
que no permite avanzar.
XII
Lloros.
Gritos.
Oscuridad profunda.
Cercano amanecer.
XIII
Las mujeres cantan y bailan.
Yo no dejo de reír.
Rostros brillan.
Flores se asoman y sonríen
tienen pétalos llenos de amanecer.
XIV
Cantos de madres
arrullando a sus hijos.
Viejos que mueren
y renacen entre
las ramas de los árboles,
desde donde
se descuelgan traviesos
para ser cosechados.
XV
Un nuevo mundo.
Una tierra nueva.
Un lugar de nombre
acabado de nacer.
Un lugar de vida nueva
en un nuevo renacer.
XVI
Mujeres y hombres en complemento,
perfecta ecuación,
rompecabezas resuelto,
palabras del universo
significando amor.
XVII
Pensamientos arrojados al viento.
Pescadores de sueños navegando
en un mar de sentimientos.
Nostalgia infinita de sensaciones
atoradas
en las redes del deseo.
Labios que nos cuentan
de bocas donde los besos
han tardado en madurar.
XVIII
Extraño misterio no resuelto.
Sensación de olvido
de algo que jamás hemos conocido,
de algo que no podemos recordar.
XIX
Tirados en la arena
esperaremos a que el sol
vuelva a nacer,
solo entonces
(adecuado momento),
hombres y mujeres
(perfectos ingredientes)
iniciaremos la magia
de la vida nueva
a través de nuestros cuerpos
libres y desnudos,
nuestra risa crecerá
una y otra vez
entre las rocas
que se bañan
con el agua de mar.
José Edgardo Morales Barroso



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